Hunde la cuchara en el te de las tres, el te que espera que la duerma o la despierte. Necesita un estado completo, no más cosas a medias. Asomada a la ventana observa imágenes de vendetta, y piensa en la suya propia, anhelada, ansiada, utópica vendetta.
En los últimos meses había sido princesa, bruja y demente, y todos esos estados o identidades habían sido a su vez voluntarios y sin querer. Buscaba reacciones sin importar las consecuencias. Buscaba el sentir, la acción, la excitación, la ira, aquel odio de mentira. Sabía que era o mantenerse al margen y conservar la esperanza (la dolorosa, tortuosa, inexistente esperanza) o actuar y cortar el hilo del que todo pendía (un hilo que, seguramente, solo existía en su propia realidad).
Se relame los labios, disfrutando del sabor amargo del te y el aroma ácido del limón. Todo parecía tan ácido y amargo últimamente, y tan delicioso, y tan cálido. Su mundo es una taza de te, y le encanta, y lo detesta. Cree que se ha rendido: había decidido creer, intentar hacer las cosas bien, confiar, dar, entregarse. ¿Para qué? ¿Ha vuelto a su problema de siempre? ¿Lo que para ella es un esfuerzo para el resto del mundo sigue siendo minúsculo, insignificante, nada? Ha habido resultados, por supuesto, resultados por los que ha valido la pena, resultados que no cambiaría, y que piensa conservar. Pero manteniendo a éstos al margen, es sabido que se cansa con facilidad, y ahora mismo lo está mucho. Le apetece ir a lo fácil, le apetece en demasía.
Dejar de ser princesa, bruja o demente. Le apetece ser la mujer, símbolo de pureza al hallarse reprimida, pero de pecado, tentación, manipulación, si se encuentra y se siente en libertad. Desea eso, hacer turismo, descubrir nuevos lugares. Sí, hacer turismo por todas las sábanas, asientos traseros, servicios públicos, parques, y de nuevo sábanas que se crucen en su camino. Se ve como la típica vampira pelirroja, devorando almas utilizando como armas la seducción y la lujuria, devorando almas para llenar su enorme vacío, fruto de una existencia maldita por pecados ajenos. Llenar vacíos con almas.
Sí, hemos vuelto a la utópica vendetta. Seamos realistas. Seguramente no se encuentra en ninguno de los tres estados, seguramente ahora vuelve a ser la pequeña Alicia, perdida y sola, añorando su País de las Maravillas que, al fin y al cabo, fue solo un sueño. Soñar, la gente habla tanto del soñar, las películas, los libros, hablan tanto del soñar. Pero, seamos realistas: ella no es pelirroja.
Epílogo: Deja la taza sobre su mesita de noche, y al hacerlo se fija en los posos que han quedado pegados al fondo, dibujando formas abstractas sobre la superficie blanca. Poco a poco, va acumulando unos cuantos, dejando que se adhieran a su dedo índice y luego a su lengua, despegando los que más se resisten con ayuda de los labios. Demasiado amargo, sí, pero se olvida pronto, al comprobar satisfecha que el fondo de su taza está impoluto. Esta vez lo ha eliminado del todo. Por supuesto espera otro mal, seguramente mayor que unos posos de te en una taza. Pero ¿por qué no iba a poder acabar también con ése?
En los últimos meses había sido princesa, bruja y demente, y todos esos estados o identidades habían sido a su vez voluntarios y sin querer. Buscaba reacciones sin importar las consecuencias. Buscaba el sentir, la acción, la excitación, la ira, aquel odio de mentira. Sabía que era o mantenerse al margen y conservar la esperanza (la dolorosa, tortuosa, inexistente esperanza) o actuar y cortar el hilo del que todo pendía (un hilo que, seguramente, solo existía en su propia realidad).
Se relame los labios, disfrutando del sabor amargo del te y el aroma ácido del limón. Todo parecía tan ácido y amargo últimamente, y tan delicioso, y tan cálido. Su mundo es una taza de te, y le encanta, y lo detesta. Cree que se ha rendido: había decidido creer, intentar hacer las cosas bien, confiar, dar, entregarse. ¿Para qué? ¿Ha vuelto a su problema de siempre? ¿Lo que para ella es un esfuerzo para el resto del mundo sigue siendo minúsculo, insignificante, nada? Ha habido resultados, por supuesto, resultados por los que ha valido la pena, resultados que no cambiaría, y que piensa conservar. Pero manteniendo a éstos al margen, es sabido que se cansa con facilidad, y ahora mismo lo está mucho. Le apetece ir a lo fácil, le apetece en demasía.
Dejar de ser princesa, bruja o demente. Le apetece ser la mujer, símbolo de pureza al hallarse reprimida, pero de pecado, tentación, manipulación, si se encuentra y se siente en libertad. Desea eso, hacer turismo, descubrir nuevos lugares. Sí, hacer turismo por todas las sábanas, asientos traseros, servicios públicos, parques, y de nuevo sábanas que se crucen en su camino. Se ve como la típica vampira pelirroja, devorando almas utilizando como armas la seducción y la lujuria, devorando almas para llenar su enorme vacío, fruto de una existencia maldita por pecados ajenos. Llenar vacíos con almas.
Sí, hemos vuelto a la utópica vendetta. Seamos realistas. Seguramente no se encuentra en ninguno de los tres estados, seguramente ahora vuelve a ser la pequeña Alicia, perdida y sola, añorando su País de las Maravillas que, al fin y al cabo, fue solo un sueño. Soñar, la gente habla tanto del soñar, las películas, los libros, hablan tanto del soñar. Pero, seamos realistas: ella no es pelirroja.
Epílogo: Deja la taza sobre su mesita de noche, y al hacerlo se fija en los posos que han quedado pegados al fondo, dibujando formas abstractas sobre la superficie blanca. Poco a poco, va acumulando unos cuantos, dejando que se adhieran a su dedo índice y luego a su lengua, despegando los que más se resisten con ayuda de los labios. Demasiado amargo, sí, pero se olvida pronto, al comprobar satisfecha que el fondo de su taza está impoluto. Esta vez lo ha eliminado del todo. Por supuesto espera otro mal, seguramente mayor que unos posos de te en una taza. Pero ¿por qué no iba a poder acabar también con ése?
3 comentarios:
y si las cosas fuesen más simples más insatisfechos nos sentiriamos. Y si fuerán mas complejas más inútiles..
Nadie se acuerda del punto medio cuando se tata de los demás.
No pido cosas fáciles, de hecho me aburren. Solo quiero venganza y ser más puta que las gallinas <3
<3 eso es fácil
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