No sé interpretar señales. Nunca se me ha dado bien. Pero hoy has decidido visitarme y bueno, no ha ido demasiado bien. Me has jodido el día bastante. ¿Qué querías decir? ¿Las has traído tú?
Ha estado bien volver a verte sin verte, poder reaccionar fuera de lo real. Y creo que me alegro, quizás sea una de esas señales que no sé interpretar. Quizás por fin estés muriendo. Voy a pedirme que ya que mueres lentamente sea también doloroso, tu recuerdo no merece piedad. Y tú menos, por supuesto. De hecho al lado de tu tú real tu recuerdo merece que le besen los pies.
La parte buena es que ya casi ni te olvido, ya casi ni hace falta hacerlo porque no te pienso, de hecho hacía tiempo que no te soñaba. Y por eso supongo que debe de ser una señal. De que no hace falta ni que te borre ni que te guarde, porque ha vuelto a pasar, y volverá a pasar.
Resulta que da igual, que es todo parte del proceso, y estoy cada vez más cerca del final, y estoy contenta. No suelo ser fan de que bichos sobrenaturales me invadan los sueños, pero ha valido la pena. Mi yo interior te destruye al detectarte, te aparta, lejos de necesitarte ahora me molestas. Bien por ti y bien por mí. Sé que no me creías capaz, pensabas que iba a ser como las otras veces, pero no. No dejará de sorprenderme lo poco que me conoces pese a lo mucho que hablo.
No intento fingir nada, no me engaño ni te engaño. Fuiste maravilloso, por supuesto. Fuiste el mejor. Te echaré de menos siempre (hasta que encuentre a alguien, eso es siempre, al menos en ese concepto coincidimos) y recordaré tu sonrisa, tus dulces mentiras con sabor a verdades y aroma a mentiras, tu polla (bastante más grande que tu cerebro, debes de ser la envidia de todo hombre), y la capacidad que tiene hasta lo más bueno de volverse lo máximo en hijoputismo. De todo se aprende.
Pero a parte de todo esto, quiero darte las gracias por esta noche. Gracias por demostrarme que dejé de necesitarte, que estoy mejor, que realmente lo que ofrecías no era suficiente, y que de hecho pese a lo grande que eres tú tampoco lo fuiste ni lo habrías sido.
Así que voy a dejar que los restos de odio que quedan se vayan consumiendo, voy a aprovechar cada último minuto que les quede y los voy a saborear hasta que lleguen los de la próxima vez.
De mientras que te jodan mucho.
PS: Oh, además mis musas han vuelto. Por si a caso, gracias también.
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