Quiero que sepas (aunque seguramente nunca vayas a leer esto) que junto con Laia, seguramente eres la persona ajena a mi familia a la que más he querido, y que más me ha importado, y seguramente por la que más cosas he hecho. Y siempre siempre siempre voy a recordar con cariño aquellos días en que éramos amigas, de verdad, en relación de igualdad, nadie por encima de nadie. Creo que gracias a vosotras dos, a ti y a Laia, aprendí lo que quería decir la amistad. A base de golpes quizás, pero hasta el momento, no conozco a nadie que haya tenido una relación tan envidiable como la nuestra, o al menos según me parecía.
Por eso no me siento mal en absoluto al arrancarte, porque yo sé que todo lo que hice fue queriéndote, y pensando en ti. Jamás, JAMÁS me puse a mí por delante de ti si sabía que tú podías salir perjudicada (obviamente estoy hablando de Alicia 2.0, aunque sigo pensando que la anterior no era tan mala, solo bastante inmadura), nunca me importó hacer cosas por ti, me importó tan poco que ni me daba cuenta de que quizás no estábamos al mismo nivel desde hacía tiempo. Creo que te escuché siempre, y que intenté ayudarte. Te quise, y quise verte bien, y quise que fueses feliz, y odié a todo el que te hizo daño o te hizo llorar.
Entonces no sé, yo creo que no he sido una mala amiga, sabes? Creo que no tienes nada que decir en cuanto a eso, y que si lo dices estás siendo una hipócrita, o todavía necesitas quitarte esa venda que tanto te gusta llevar para que el mundo se ajuste a tu preciosa realidad en la que todo es según te conviene. Y todo esto, es porque por algún motivo he recordado cierta cosa... Y aclararé que sí, cada vez que has publicado algo en tu blog lo he leído, porque quería saber de ti, si estabas bien, y la mayor parte de las veces me he encontrado mierda. Y por favor, basta de gilipolleces de "no he dicho tu nombre en ningún momento" porque como ya te dije, esos juegos los tendríamos que haber dejado hace 20 años por lo menos. El caso, he recordado que escribiste algo así como que nos odiábamos a nosotras mismas y que lo pagábamos contigo, seguramente no eran esas mismas palabras, pero básicamente significaba eso. Creo que cuando leí eso... no sé muy bien qué sentí xD a parte de sentirme idiota y decepcionada, deseé que desaparecieses para siempre. Me he esforzado en pensar mil motivos que te justifiquen, o quizás que justificasen mi echarte de menos. A veces me he planteado si realmente era mala amiga y no me daba cuenta. Pero entonces... realmente pensabas eso? También he querido pensar que no eres consciente de las cosas que dices, que simplemente lo sueltas y ya está. Pero eso tampoco justifica nada.
Sabes que pasa? Que si realmente has estado siendo amiga, siendo una buena amiga, con dos personas que se odian... sabes lo que es odiarse? Porque si realmente lo sabes, tanto como decías, porque te gusta mucho decir las cosas, si sabes lo que se siente, y crees que alguna o ambas de tus mejores amigas está pasando por eso, sabes que haces? Hablas con ellas, y si no quieren hablar, las obligas, y las intentas ayudar. Y lo haces porque lo sientes, porque realmente piensas que no tienen motivos para odiarse, o porque simplemente no soportas verlas así. Y intentar ayudarlas no quiere decir soltarles un "eres preciosa" y al día siguiente a la mínima que ella es el centro de atención por un instante, o que alguien se fija en ella antes que en ti, empezar a hacer el mono para llamar tú la atención. Quiere decir sacrificar cosas para que ellas se sientan bien, o al menos para que se sientan menos mal, aunque tú te tengas que joder un poco. Eso son las amigas. Y el simple puto hecho de que dijeses "se odian a si mismas y lo pagan conmigo" ya demuestra que ni eres amiga ni lo vas a ser nunca, eres una egocéntrica que solo se preocupa de su propio bienestar, y que nunca va a saber sacrificar nada por nadie. Y ya está, y me cansé de ser la gilipollas que quería pensar lo mejor de ti, que te justificaba y que intentaba entender por qué hacía las cosas sin car en lo de "nos está volviendo a pisar para quedar ella bien".
Aquel día, ambas nos quedamos sin batería en el móvil. Fuimos a llamarte por una cabina, pero no recordábamos tu número. Preguntamos a gente por marina si ellos lo tenían, o el de Ismael, para hablar contigo. Al ver que no podíamos localizarte, nos pasamos seguramente más de una hora en el puto observatorio esperando a que aparecieses. Y no lo hicistes. Y ya está, un puto malentendido, desafortunada cadena de eventos. Y yo me tuve que sentir mal. Y me tuve que sentir mal también por no escuchar el móvil cuando estaba en el puto Sr Lobo o en el puto Dixi en carnaval, o por no contestarte el mensaje de dónde estaba. Y sabes qué? Tengo derecho a ser tú, y darle la vuelta a la tortilla para que sepas lo que se siente tener una relación contigo. Si realmente nos hubieses querido ver, sabías perfectamente que íbamos a Dixi y que íbamos a estar allí, y habrías venido; era mucho más cómodo poner de excusa que no te contestábamos y quedarte con tu novio lamentándote de cuán malas son tus amigas, aún cuando sabías la hora y el sitio en el que habíamos quedado, porque claro, una última confirmación era estrictamente necesaria. Y sobre lo de Dixi qué se yo? Yo no puedo controlar el volumen de la música, y no puedo estar mirando el móvil cada dos por tres, y lo que sea.
Y sabes una cosa en la que tenías razón? Que después de todo esto, después de haber tenido que aguantar que no te saliese del puto coño entender que había sido un puto malentendido y una puta casualidad, que si alguien dejó plantada a alguien fuiste tú a nosotras porque como siempre estabas pensando en tu puta comodidad y en tu puto bienestar, después de que no te diese la gana ni reconocer que quizás sí que había sido un poco de mala suerte, aunque hubieses dicho que el cielo es azul y que 2+2 son 4, jamás te habría dado la razón. Porque dejaste de merecerte ganar, y dejaste de merecerte que asintiese y agachase la cabeza. Sí, mi orgullo pudo conmigo, como te gusta tanto decir. Pero también te digo que no era un orgullo vano y vacío, era el orgullo de saber que yo no había hecho nada malo, y que no te diese la gana de reconocerlo.
Porque sabes? El mundo no existe para putearte, y te lo he explicado muchas veces, y me he jodido para que vieses que te pasan cosas buenas, y que pueden quererte, y te he intentando explicar que puedes ser tú misma, que eres maravillosa siendo tu misma, que no es necesario que te montes ningún papel ni ningún guión ni ninguna historia para gustar a nadie, no tienes que fingir nada, porque nadie quiere que quieran a un personaje, todos queremos que nos quieran tal y como somos, porque el personaje siempre acaba cayendo. Con nosotras en cambio, creo que fue al revés, que de repente te pasó algo y empezaste a construir a esa falsa Yuko que va de egocéntrica y diva y malvada y siempretengolaputarazón, para no mostrar que es egoista y que es frágil y tiene inseguridades. Pero fue mucho tiempo tragándome muchas cosas para que tú te sintieses bien, y tú fueses la protagonista, y todo estuviese bien entre las tres, demasiadas cosas como para luego tener que soportar que solo siguieses pisando y pisando y pisando sin importarte quién sea.
Cuídate.