Recuerdo cuando iba por la calle cogida de su mano, y miraba de reojo, y sonreía de absurda felicidad. Cuando podía pasarme largos ratos observándolo como movía los labios por la concentración mientras él jugaba a videojuegos y yo se suponía que leía. O lo difícil que debía ser cocinar teniéndome abrazada a su cintura. Y pasarnos horas en la cama después de hacer el amor, besándonos y riendo y sin hacer nada en concreto.
Sin embargo cuando más o menos se han ido reproduciendo estos momentos ya no sonreía de felicidad, si no de melancolía. Los besos que antes me hacían sentirme querida ahora se me antojan automáticos, seguramente lo son. Las charlas post-sexo han dejado de doler y ahora son... no sé qué son. Supongo que una especie de formalidad para que parezca que no nos utilizamos, no lo sé.
Dejando de lado las muy posibles escenitas dramáticas que vayan a volver a producirse en cuanto pasemos de fingir que hay algo más que sexo -obviamente no hablo de amor- y vuelva a sentirme vulnerable y utilizada y worthless -porque, por algún motivo, aunque yo esté haciendo exactamente lo mismo con la otra persona, es lo que pasa- podría decirse que estoy prácticamente curada. Y a saber cuantas veces he escrito esto mismo en este mismo blog sobre la misma persona.
El caso es que es muy curioso como tendemos a asociar esa felicidad absurda del enamoramiento con la persona, cuando lo cierto es que lo que cuenta es la situación. No quiero decir que con cualquier persona con la que vayas de la mano ya vayas a ser feliz, si no que lo que hace feliz es el sentirte correspondido, el yo siento algo por esa persona y esa persona también por mí. Y eso es lo que realmente cuenta, el sentirte deseada por alguien a quien tú deseas.
La verdad es que últimamente me he estado fijando bastante en todo esto en mis propias experiencias. Y tengo unos casos bastante ilustrativos en cuanto a todo esto. Vamos a ver.
-En el primer caso está Mr A. El deseo viene de su parte, entonces aun que sea bastante halagador, aunque el sexo esté bien, aunque nos llevemos bien, como yo realmente no es algo que quiera pues me deja bastante fría. Es más un subidón de ego, de puedo sentirme deseada por alguien, que algo que realmente haga feliz o que simplemente te haga sentir bien después de el hecho en sí.
-El segundo caso es Mr B, que es el caso totalmente contrario al anterior. El deseo es totalmente por mi parte, él accede a tener algún tipo de relación por intereses propios -compañía, ego, sexo- y entonces todo se reduce a atisbar algo de felicidad mientras la obra de teatro se lleva a cabo, o mientras te la imaginas, y luego volver a sentirse absurda a la que sales de la burbuja de fantasías mentales.
I mean... si fuese por la persona, el conseguir tener más o menos los mismos momentos con Mr B, por quien sí que siento algo, debería hacerme sentir más o menos feliz. Pero se ve ensombrecido por el hecho de que no sea recíproco.
Ya sé que parece bastante obvio, pero últimamente me planteo bastante lo del conformismo en cuanto a parejas, por las cosas típicas de seguir con alguien porque te quiere y no le quieres hacer daño aunque tú no sientas lo mismo, y la misma situación pero estando en el otro lado, ser la persona que quiere y estar con esa persona aún sabiendo que no eres correspondido. Supongo que puedes pensar cosas tipo me querrá a la larga (o el roce hace el cariño, acabaré queriendo yo), al menos estoy con esa persona, bla bla bla... Pero realmente si eso no se sostiene en algo tan básico como el sexo, cómo se va a sostener en una relación?
No entiendo cómo hay personas que pueden vivir así, la verdad, y aún menos como ésta era la dinámica general hasta hace bastante poco. Supongo que el hecho de que ahora tengamos más libertades, no esté mal visto que una mujer no esté casada, etc etc nos hace poder ser más selectivas y menos conformistas.
Me temo que así de suddenly me he cansado de reflexionar xD Plus I need to pee <3 Si vuelvo a inspirarme editaré y listos xDDDD
Edit:
Bueno, the point en todo esto era que no entiendo qué sentido tiene el obsesionarse con alguien en concreto si la cosa no sale bien. Ya que lo que echamos de menos realmente es la situación, cuanto antes se supere la ruptura antes podremos encontrar a un nuevo sujeto con el que tener esos momentos de felicidad. La madre naturaleza debería hacer algún que otro cambio en eso...
Edit:
Bueno, the point en todo esto era que no entiendo qué sentido tiene el obsesionarse con alguien en concreto si la cosa no sale bien. Ya que lo que echamos de menos realmente es la situación, cuanto antes se supere la ruptura antes podremos encontrar a un nuevo sujeto con el que tener esos momentos de felicidad. La madre naturaleza debería hacer algún que otro cambio en eso...
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