Por qué, querido Dios/destino/Universo, me pones personitas geniales y fantásticas a las que amar a los 5 segundos de estar en su presencia, si en seguida va a parecerte aburrido y me las vas a quitar?
Por qué, querida naturaleza/algobiológico, insistes en que me sienta atraída por una determinada persona, sentirme completa, necesitarla, y sentir la necesidad de anteponer sus necesidades a las mías, si luego la otra persona no va a sentir lo mismo y mi necesidad no va a poder saciarse?
Por qué, querido cerebro, si sabes como funcionan las cosas y las has vivido 1500 veces, insistes en seguir siendo incapaz de olvidar, desconectar, tener fuerza de voluntad para decir basta, y que mi determinación no sea más que un puñado de palabras en un blog?
Incógnitas.