A veces pienso que mi madre tiene razón, y que he dejado de evolucionar y en vez de eso cada vez voy a menos. Queda menos de un mes para mis 23, y en vez de verme más desenvuelta me veo cada vez más inocente y con más miedos. Cada vez hay más cosas que no entiendo y a las que no sé como enfrentarme, incluso las cosas más fáciles se me hacen más y más complicadas.
Mi madre diría que eso lo pienso porque puedo "permitirme" pensarlo. Siempre ha dicho que los bohemios/románticos/artistas/filósofos de la historia lo han podido ser porque no tenían que preocuparse de tener o no qué comer, y podían dedicarse a languidecer en divanes planteándose el significado de la vida. Y sí, yo también lo creo en cierta medida, claro, pero lejos de solucionar nada trae más miedo.
Tampoco quiero eso. Sí, si a parte de estudiar (o "estudiar") tuviese que trabajar para pagar el piso en el que vivo (dónde cada dos por tres aparecen problemas nuevos) y no tuviese tiempo más que para estudiar, comer, trabajar, cenar y dormir no me plantearía si las cosas me dan miedo o no, las haría y punto. Creo. Espero.
Ah... Supongo que todo se limita a miedos de no estar a la altura de las circunstancias, en cualquier aspecto. Y realmente escribir sobre ello no está ayudando demasiado.
4.30 de la mañana, voy a seguir viendo series sobre adolescentes que cumplen sus sueños gracias al destino y a ser atrevidos y lanzarse a aprovechar oportunidades. Yay.
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